Fernando Hermida, un inmigrante que buscó asilo en Estados Unidos, fue diagnosticado con VIH a los 31 años después de luchar por encontrar atención médica adecuada. A pesar de los esfuerzos federales para acabar con la epidemia de VIH en el país, los latinos siguen experimentando tasas desproporcionadamente altas de infecciones y diagnósticos. Se enfrentan a barreras como la falta de acceso a PrEP, problemas de comunicación y discriminación. Defensores de políticas de salud para los latinos piden más fondos y estrategias específicas para abordar el problema. Fernando finalmente encontró tratamiento en una clínica especializada en Orlando, Florida.
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